Las
autoridades hongkonesas lanzaron el martes ante la OMC un procedimiento
de resolución de diferencias contra Estados Unidos, donde los bienes
importados de Hong Kong deberán llevar el sello “fabricado en China”.
Estados
Unidos debe responder en diez días a esta demanda de consultas
bilaterales, primera etapa en la resolución de conflictos comerciales
ante la Organización mundial del comercio (OMC).
Si las consultas
fracasan o los plazos no son respetados, el demandante, en este caso
Hong Kong, podrá pasar a la etapa jurisdiccional y pedir la constitución
de un grupo de expertos encargado de zanjar el litigio comercial.
Esta
solicitud de consultas se produce pocos días antes de la entrada en
vigor de las nuevas normas estadounidenses, el 10 de noviembre.
El
presidente de Estados Unidos Donald Trump había anunciado el 14 de
julio el final del régimen preferencial acordado por Washington a Hong
Kong, tras la imposición por China de una controvertida ley de seguridad
nacional a este territorio semiautónomo.
Un mes después, las
aduanas estadounidenses anunciaron que los bienes importados de Hong
Kong deberían llevar la mención “fabricado en China” para poder ser
vendidas en Estados Unidos.
Hong Kong considera que esta decisión es discriminatoria e incompatible con varios acuerdos comerciales internacionales.