Santo Domingo. – Si sufres de gastritis, es probable
que experimentes síntomas como acidez estomacal, calambres, náuseas e
incluso vómitos. Esta afección puede ser causada por una alimentación
inadecuada, el consumo excesivo de alcohol, tabaco, especias y algunos
medicamentos con propiedades gastrolesivas, como el ácido
acetilsalicílico. Además, el estrés y las emociones intensas también
pueden desencadenar o agravar el problema.
Los expertos recomiendan modificar los hábitos de vida, especialmente
la alimentación, para aliviar el malestar y prevenir episodios
recurrentes. Identificar la causa es el primer paso antes de abordar el
tratamiento.
Tipos de gastritis y su relación con el estrés
Existen dos tipos principales de gastritis: la común y la nerviosa.
La primera se debe a factores internos, como la inflamación de la mucosa
gástrica, o a factores externos, como el consumo de alimentos
irritantes. En cambio, la gastritis nerviosa está relacionada con el
estrés y la ansiedad, manifestando síntomas similares a los de la
gastritis común.
Además del tratamiento médico, es fundamental ajustar la dieta y
evitar alimentos que aumenten la producción de jugos gástricos.
Incorporar opciones ricas en fibra y de fácil digestión puede mejorar
significativamente la salud estomacal.
La importancia de una dieta rica en fibra
«Los alimentos ricos en fibra son esenciales para prevenir y
controlar la gastritis, ya que ayudan a reducir la acidez estomacal y
promueven un equilibrio saludable del pH gástrico», explica el
nutricionista clínico y deportivo Roberto Oliver Bolívar, fundador de
Nutritrainacademy.
La fibra soluble actúa como un protector de la mucosa gástrica y
ayuda a absorber el exceso de ácido estomacal, mientras que la fibra
insoluble favorece un tránsito intestinal adecuado, reduciendo la
presión sobre el estómago. Además, una dieta rica en fibra contribuye al
equilibrio de la microbiota intestinal, lo que disminuye la inflamación
y previene infecciones digestivas.
20 alimentos que ayudan a combatir la gastritis
A continuación, te presentamos 20 alimentos recomendados para aliviar los síntomas de la gastritis y mejorar la salud digestiva:
- Acelgas: Consúmelas cocidas o en té, ya que son ricas en vitaminas A, C y K, con propiedades antiinflamatorias.
- Arroz: Su alto contenido en fibra lo hace ideal para mejorar la digestión.
- Avena, cebada y quinoa: Fomentan la reducción de la secreción ácida del estómago.
- Calabacín: Rico en fibra, actúa como amortiguador de los ácidos biliares.
- Calabaza: Se recomienda consumirla hervida, al horno o guisada para facilitar la digestión.
- Espinacas y col rizada: Contienen calcio y vitamina B, beneficiosas para quienes padecen gastritis.
- Huevo: Es una excelente fuente de proteínas, pero debe consumirse cocido o pasado por agua.
- Leche de almendras: Alternativa sin lactosa que ayuda a aliviar la acidez.
- Manzanas, apio y arándanos: Ricos en flavonoides, pueden inhibir el crecimiento de Helicobacter pylori.
- Mariscos: Se pueden consumir cocidos y sin salsas irritantes.
- Pan blanco: Contiene fibra y favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas para el sistema digestivo.
- Pasta: Similar al pan blanco, es una opción suave para el estómago.
- Patatas: Contienen antioxidantes naturales que ayudan a reducir la inflamación.
- Pavo y pollo: Carnes blancas con poca grasa, ideales para evitar irritaciones gástricas.
- Pera y banana: Reducen la exposición del ácido gástrico a las paredes del estómago.
- Pescado: Puede incluirse en la dieta si se cocina a la parrilla o al vapor.
- Queso fresco: Bajo en grasa y apto para quienes padecen gastritis.
- Yogur desnatado: Ayuda a mejorar la flora intestinal y a reducir la acidez.
- Zanahoria: Rica en fibra y sales minerales, calma el malestar gástrico.
- Verduras de hoja verde: Su contenido en antioxidantes y fibra favorece la salud digestiva.
Mantener una alimentación equilibrada y evitar alimentos irritantes
es clave para controlar la gastritis. Si bien estos alimentos pueden
ayudar a aliviar los síntomas, es importante consultar a un especialista
para determinar un tratamiento adecuado. Adoptar un estilo de vida
saludable no solo mejora la salud digestiva, sino que también previene
complicaciones a largo plazo.