“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”.
Esta
frase de Albert Einstein define a la perfección a David Jones, un joven
que creció rodeado de pobreza, delincuencia y obstáculos en el barrio
de Guachupita, en Santo Domingo, pero que jamás dejó que su entorno
dictara su destino.
A pesar de que todo parecía estar en su
contra, encontró en el baloncesto una vía de escape y superación,
dedicándose con pasión y disciplina a este deporte desde temprana edad, y
logró lo que para muchos parecía imposible: pertenecer a un equipo de
la NBA.
Pero, además de su determinación, sus padres jugaron un papel fundamental.
“Mis
padres siempre estuvieron ahí para guiarme y mantenerme en el camino
correcto. Gracias a su apoyo pude evitar caer en la delincuencia que
afecta a muchos en mi barrio”, afirmó Jones al Listín Diario.
Su
madre, Rafaela García, y su padre David Jones (mismo nombre), siempre le
“apretaron la tuerca” cuando el hoy destacado baloncestista quizás
parecía mirar al otro lado o que algunos “amiguitos” quisieran
desviarlo.
“Ellos
nunca se despreocuparon por mí. Todo lo contrario, siempre pendientes, y
cuando había que darme una pela se me daba, pero todo fue por mi bien”,
añadió el escolta.
Pobreza
A
pesar de las limitaciones económicas, que en ocasiones le impedían
contar con el equipo adecuado o incluso asegurarse una comida diaria,
Jones nunca perdió de vista su objetivo. Su determinación lo llevó a
destacarse en ligas locales, captando la atención de cazatalentos
internacionales.
“A veces en la casa no había dinero para cenar, y
teníamos que acostarnos con lo que habíamos comido en la mañana o a las
12”, revela.
Incluso practicar baloncesto llegó a tornarse difícil para Jones.
“Fueron
muchas las veces que tuve que ir a la cancha en chancletas porque no
tenía tenis, ni dinero para comprarme unos nuevos”, añade.
Pero todas esas dificultades valieron la pena.
Jugador profesional
Jones
logró viajar a Estados Unidos, y allí continuó con su formación
académica, jugando para las universidades de DePaul, St. John’s y
Memphis. En DePaul, logró el primer triple-doble en la historia del
programa, con 22 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias en un partido
contra Georgetown.
Aunque no fue seleccionado en el Draft de la
NBA de 2024, Jones firmó contratos de dos vías con los Philadelphia
76ers y posteriormente con los Utah Jazz. Si bien su tiempo en la NBA
fue breve, su desempeño en la G League, especialmente con los Capitanes
de Ciudad de México, ha sido destacable.
“Confío en mi talento y
sé que Dios puede abrir otra puerta. Mientras tanto, estoy abierto a
explorar oportunidades en Europa o Asia, donde el baloncesto también
tiene un alto nivel competitivo”, expresó Jones con determinación.
La
historia de David Jones es un testimonio de cómo la dedicación, el
apoyo familiar y la pasión por el deporte pueden transformar vidas,
incluso en los entornos más adversos. Su trayectoria inspira a jóvenes
de comunidades marginadas a perseguir sus sueños y a creer que, con
esfuerzo y perseverancia, es posible superar cualquier obstáculo.
CREDITOS A LISTIN DIARIO.