El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos ha hecho una solicitud formal al Servicio de Impuestos Internos (IRS) para que proporcione información exhaustiva sobre cerca de 700.000 individuos que se sospecha son inmigrantes indocumentados.
Esta petición incluye datos sensibles como direcciones de residencia,
números telefónicos y correos electrónicos de los mencionados.
Esta solicitud ha generado preocupaciones sobre la privacidad de los contribuyentes, ya que la ley federal prohíbe al IRS compartir información personal con otras agencias gubernamentales sin el consentimiento explícito de los individuos.
A pesar de que el IRS inicialmente rechazó la solicitud, se ha informado que el nuevo comisionado interino de la agencia está evaluando cómo podría cumplir con esta demanda.
La nueva medida de Seguridad Nacional de Estados Unidos contra inmigrantes indocumentados

El caso ha encendido un debate sobre la seguridad de los datos fiscales y la posibilidad de que el IRS facilite información a otras agencias, lo que podría ser utilizado en operaciones migratorias.
Mientras tanto, esta solicitud se produce en un contexto político tenso, ya que el presidente Donald Trump firmó recientemente una orden ejecutiva que establece el inglés como el idioma oficial de Estados Unidos.
Esta medida se sigue de cerca. Especialmente después de que el Gobierno retirara la versión en español del sitio web oficial de la Casa Blanca. Hecho que se percibe como una señal de su postura frente a las lenguas extranjeras en el país.
La medida del gobierno de Trump ha generado
reacciones mixtas. Los opositores de la orden consideran que es un paso
hacia la exclusión de comunidades hispanohablantes en el país. Mientras
tanto, los defensores afirman que es una forma de unificar el país bajo un solo idioma.
A nivel legislativo, estas acciones en conjunto reflejan una creciente presión sobre los inmigrantes y las políticas que buscan restringir la inmigración irregular, un tema central de la administración actual.
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